jueves, 27 de diciembre de 2007

Ansiedad por separación


Se llama así a todas las peripecias a las que acude nuestra mascotita (perro) cuando decidimos salir de casa por algunas horas o...¡minutos!!!
Esto va desde aullar, rascar las puertas hasta destruir parte de nuestro mobiliario.
No olvidemos que los perros son gregarios y la peor de las penas es, para ellos, el aislamiento.
Por lo tanto cuando su perro destuye totalmente su lindo dos ambientes y usted tiene ganas de matarlo pero no lo hace porque es lo único que le queda...
¡Recuerde! y perdone, si puede, no fué por venganza sino por angustia que hizo lo que hizo.
Si todo lo que rompió no tiene arreglo, este comportamiento puede tenerlo.
Lo que hay que hacer es entablar una terapia de desensibilización. Algo así como los parches de nicotina para fumadores.
Irse por muy poquitito tiempo y volver con un premio porque el niñito no lloró ni aulló ni rascó la puerta por 5 segundos.
Cinco gloriosos segundos que se irán extendiendo cada vez más y más y más. Alejese lo más posible de la puerta, no se quede para ver qué hace. El perro sin público no suele actuar a menos que lo deje pasar a mayores.
Siempre que se vaya, no prepare nada, al menos que él no lo note.
Esto se llama: no hacer ritual de salida.
El premio se debe acompañar de una caricia y un ¡muy bien! Asi no siempre habra que traer premio
Hasta aquí lo que sugieren los expertos en comportamiento.
Yo encontré otro sistema:
Suelo entrar y salir de mi casa cerca de 15 a 20 veces por día
Cuando yo salgo, salgo, nadie puede detenerme, y es más, entro y salgo tantas veces por todo lo que me olvido, que mis perros abandonan la ansiedad por cansancio.

En mi casa nadie cree que yo realmente vaya a salir, es más están esperando que entre nuevamente a buscar algo olvidado.

Nunca tuve un perro con ansiedad por separación, creo que me abandonaron por imposible. Probablemente, siempre creyeron que volvería
Pruebe y... ¡suerte!