domingo, 21 de julio de 2013

La simple observacion, en silencio, sin juzgar y sin pasar a la accion, es transformadora


Al parecer la realidad , según la física cuántica, estaría formada por probabilidades. A medida que avanzamos en nuestra vida, vamos dejando de lado las infinitas posibilidades y nos vamos quedando con un manojo de probabilidades determinadas por nuestra experiencia, por nuestro pasado y nuestra memoria.
Es por eso que místicos como Krishnamurti afirmaban:"Usted es un manojo de recuerdos"
Terminamos haciendo las elecciones entre un grupete de probabilidades que hemos elegido en un momento de nuestra vida.
Así, determinadas conecciones sinápticas tendrán mas probabilidad de activarse simplemente porque "están ahí"
Esto es un hecho, no una teoria. Usted lo puede comprobar con solo mirarse, y eso ya haría un cambio.
Entonces, ¿Existe alguna posibilidad de volver a ese campo de infinitas posibilidades? Esto es de suma importancia en las relaciones porque estamos actuando desde viejos patrones en situaciones inéditas y eso nos resta creatividad, junto con todas las desgracias que, sabemos, generamos en el mundo por este comportamiento.
Krishnamurti proponía "observar sin el yo" observar en silencio y sin juzgar. Sin querer hacer nada. Solo observar.
Autores como Daniel Siegel proponen una psicoterapia basada en esta "presencia" en la que el lado neural (la parte del cerebro que experimenta la sinapsis, un grupo de neuronas) y mental (la mente que aun no se ha encontrado como local , en un lugar determinado del organismo, pero que da las ordenes, que recuerda, que tiene la intención) se vuelvan a acercar al plano de la posibilidad infinita, en este plano no hay patrones fijos de comportamiento.